Siete aventureros acudieron a la cita, todos disfrutaron y sufrieron los desniveles del Monte Bomberos de Castilla primero, en busca de la Fuente de la Teja, como del Monte de la Cruz después, donde encontramos una pequeña ermita perteneciente al último pueblo que se rindió a Carlos V durante la guerra de las Comunidades en 1521, Esquivias.
Crónica La Ermita de Esquivias
por Damián
"Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo".
-Aristóteles-
El invierno en La Sagra está resultando muy duro y largo, así que los primeros rayos de sol primaverales animaban y mucho a lo largo de la semana para la práctica del mountain bike.
"Por fin de corto", decían algunos sagreños animosamente. Pero la mañana de domingo amaneció soleada, aunque más fría de lo esperado, ya que el viento sigue siendo invernal; así que de corto, pero no del todo.
Aún con las típicas e inexcusables bajas de última hora (concretamente dos, pero prefiero no acordarme de ellos), acuden un número bastante numeroso de bikers, con una cara nueva entre ellos: Luis, que se presenta habiendo hecho frente a alguna que otra dificultad para encontrar el lugar de la quedada. Así que el grupo queda compuesto por: Luis Marino, Rincón, Alfredo, Pepe, Luis, Agustín y Damián.
La idea inicial es ir hacia Lominchar, pasando por Yuncos, pero una vez más la improvisación se abre camino y cambiamos de planes a última hora. Así que partimos hacia Yeles, desde donde giramos hacia La Dehesa de Moratalaz. Las pesadas lluvias al menos han dejado un bonito paisaje primaveral en esta zona. Y fue quizá este paisaje el que distrajo a Agustín, que propició el susto de la jornada, al descabalgar de su montura, víctima de las famosas "roeras".
Iniciamos un rápido descenso que nos lleva a la Fuente de la Teja, donde aprovechamos para reponer fuerzas. Y continuamos de regreso hacia Esquivias, esta vez por el sendero central, situado a media altura del Monte. El camino se abre paso entre infinidad de árboles, creando un paisaje que evoca a otras latitudes, siendo además muy ameno el tobogán de continuas curvas, subidas y bajadas.
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Ya en Esquivias subimos al Monte de la Cruz, haciendo frente a la subida del depósito, la cual se atraganta ya a estas alturas.
Cruzamos la población, encaminándonos de nuevo hacia Yeles, para desde ahí subir la cuesta del vertedero hacia Illescas, poniendo fin a la primera salida más o menos "oficial" de la temporada. |
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Dificultad: Media
Jornadas que dejan buen sabor de boca. Anímate La Sagra te espera.
