"Seguro que no cae ni gota", nos decíamos...
El camino de ida nos engañaba, con viento a favor y claros en el cielo, alejándonos cada vez más de Illescas. En Moraleja de Enmedio nos sorprendió algún chaparrón, pero ya veíamos nuestro destino... El desenlace fue el esperado, diluvio universal a la vuelta y calados hasta los huesos. Pero como dice un amigo: "Hay que salir sí o sí"
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Móstoles demasiado cerca para renunciar... |
Diluvio en el camino de regreso |
Aquel domingo que debimos quedarnos en casa... Anímate La Sagra te espera.