La Majada de los Víboros

Cambio de registro… abandonamos las llanuras de La Sagra para sufrir los desniveles del Valle del Tiétar. Nos adentramos en la sierra, a medio camino entre Candeleda y Poyales, para visitar la Majada de los Víboros, un pequeño refugio que recuerda a tiempos pasados.

 

 

Crónica La Majada de los Víboros
por Kike

Ruta en honor de Pablo... después de dos meses conoció Candeleda

Salida a las 5 de la tarde en la gasolinera, Luisete tiene que enseñarme sus cubiertas blancas, guapas de verdad. Allí nos encontramos con Jesús, le invitamos a hacer la ruta en nuestra compañía pero no llegamos a convencerle.

Salimos en dirección de Poyales por el camino viejo y con las primeras subidas vamos calentando, nos cruzamos con Jesús de nuevo y esta vez sí que conseguimos convencerle para que nos acompañe, yo creo que inconscientemente adivinó que iba a necesitar ayuda mas tarde.

Al llegar al río Muelas dejamos la carretera y empezamos a subir, en la subida tenemos que cambiar la rueda de Jesús pues va bastante baja de aire. Seguimos subiendo hasta el cruce de sangrila y ante la negativa de Luisete de coger prestadas unas cerezas, que ya se veían pintonas en unos cerezos al lado del camino, tenemos que conformarnos con el membrillo que hace su tía Montse y las nueces que llevaba él.

Al llegar al cruce de la torreta Jesús decide tirar para candeleda y nosotros con un poco de miedo, pues las nubes se cernían sobre nosotros, decidimos arriesgarnos y terminar la ruta. Decisión acertada pues apenas cayó una gota de agua en lo que quedaba de tarde. Ya arriba en la sierra, además del blanco de la nieve, se observa el amarillo de la flor del piorno, así como su olor característico.

 

Terminamos con el fin de la pista donde se puede ver un majada para dar cobijo al ganado, reponemos fuerzas y le digo a Luisete como se hace el membrillo, el porcentaje que lleva de azúcar y esa fue mi perdición, pues no volví a saber nada del membrillo.

Después de las fotos de rigor, damos la vuelta por el camino más corto, un poco de subida hasta el cruce de la torreta y bajada rápida hasta el convento. La bajada, muy rápida, también se hace dura pues vas en tensión todo el trayecto. Y llegada a la gasolinera donde damos por terminada la ruta .

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Distancia Aprox. 36 Km.
Dificultad: Media

Menudo dolor de piernas con el cambio de terreno… pero merece la pena!!!