Tras 20 días de baja y un par de extracciones de líquido de la cadera, este fanático del plato grande tenía una espinita clavada con los caminos de La Sagra; Y para perder el miedo tras una caída no hay nada como volver en tu primera salida al lugar de los hechos.
Crónica El regreso
por Rincón
20 días después de la caída… la vuelta a la bici se veía necesario, pues como ya le dije a Luis hace tiempo, en la operación bikini me ha pillado el toro ¡otra vez!, y quiero unos cuadraditos de esos que están tan de moda en la playa...
Fueron días duros, visitas a médicos, también un viaje locura
a Mallorca con el cuerpo magullado y con la sensación de que algo iba mal en un
cuerpo más negro por el moratón de la caída que del sol de verano…Pero todo eso
acabó, el viernes por la tarde el médico dijo: “El deporte ayudará a reabsorber el líquido
que queda…”
5 minutos después… me voy al Decathlon a comprar un CASCO
nuevo, porque sin ese incomodo e “insignificante” elemento que todo ciclista debe tener muy
presente, posiblemente no estaría
escribiendo “mi regreso al BTT”.
Dudas, sentimiento de que el cuerpo no va bien, que la bici
no va bien, miedo al reencuentro, más
dudas… todas esas cosas se te pasan por la cabeza al pasar cada banco de arena
y piedras, pero volver a recobrar la
confianza encima de mi nueva bici, no tiene precio.
Luis marcó la ruta, como siempre, yo soy mero seguidor de
caminos. Salimos de Villaluenga, la idea
era volver al punto de la caída, donde una bajada torció nuestra ilusión de
terminar la ruta de 80km Parla-Villaluenga-Parla.
Rodando a un ritmo suave llegamos al punto. Después de ver el terreno y echar
unas fotillos, entendí que lo normal fue que me cayera: 100kg de masa + bici
nueva dos tallas más grandes que la anterior bici + 35kmh + bajada de un camino
lleno de piedras == ¡HOSTIÓN!
Después de las fotos de rigor, reemprendimos la marcha hacia
Lominchar pasando cerca de Cedillo del Condado, ahí vino lo más duro, pues el
camino tira siempre hacia arriba y mis todavía riñones doloridos lo sintieron… aunque
me callo, e intento tirar más fuerte para volver a tener esas buenas
sensaciones encima de la bici que siempre se desea tener.
Ya con el Sol cayendo en Lominchar, rellenamos los bidones (acto
totalmente necesario para mí, donde ya se está haciendo mítico que me beba un
par de ellos más los dos que relleno), Luís se apiada de mí y decide volver a Villaluenga por la ruta fácil,
todo bajada, aunque lo será para él, porque a partir de ahora me costará estar igual de seguro en las
bajadas como en las subidas.
Eso sí, con el casco puesto, siempre se siente uno un poco mejor.
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Distancia Aprox. 40 Km
Dificultad: Media-Baja
Bienvenido de nuevo "Crack". Anímate La Sagra te espera.